En enero del año 2006 la Comisión Europea adoptó un Plan de Acción Comunitario sobre protección y bienestar de los animales. Uno de los puntos estratégicos de este plan es el desarrollo de un sistema de evaluación del bienestar animal en granjas y en mataderos para diferenciar sistemas donde se aplican estándares más altos que los mínimos establecidos por la legislación.

En este contexto, y dentro del 6º Programa Marco de la Unión Europea se creó el Proyecto WELFARE QUALITY que tenía como uno de los objetivos desarrollar un sistema para evaluar de una forma objetiva el bienestar animal para el porcino, vacuno y aves de corral en granja y matadero.

El protocolo de certificación animal ‘Welfare Quality’ especifica los requisitos que deben cumplir las explotaciones ganaderas y mataderos en materia de bienestar animal.

Con él, las marcas buscan garantizar a los consumidores el respeto al bienestar animal en sus proveedores, de forma que la certificación en represente un posicionamiento diferencial en el mercado.

En Galicia, Leche Celta está requiriéndole esta certificación a las granjas en pastoreo, con las que sacará al mercado una leche producida en base a pastos.

Otros ejemplos son:

La Unión de Cooperativas Lácteas CLUN, las Granjas ATO en Cataluña y Central Lechera Asturiana que obtuvo el sello “Garantía Ganadera” a través de la certificación “Gestión de Servicios Agrarios” emitida por SGS.

Eroski une a los huevos frescos camperos de gallinas criadas en libertad, la certificación de Bienestar Animal a la carne de cerdo Duroc que comercializa bajo su marca propia de productos frescos Eroski Natur.

La certificación en Bienestar Animal AENOR CONFORM para porcino de granjas seleccionadas de Campofrío Frescos, que incluye desde la explotación ganadera hasta el envasado y etiquetado del producto.

El bienestar animal, que resulta de por sí un factor clave para la rentabilidad de una explotación, se ha convertido así además en una exigencia inaplazable para las explotaciones y en un aspecto fundamental en la cadena alimentaria.

Cada especie animal es evaluada de acuerdo al protocolo ‘Welfare Quality’ específico para ella (vacuno, porcino y aviar), es aplicable tanto a explotaciones extensivas cómo intensivas y consiste en puntuar una serie de criterios de bienestar animal, en una puntuación entre 0 – 100.  En el caso de superarse el nivel mínimo para cada caso, el establecimiento obtendrá la certificación.

El proceso de auditoría se basa en la observación directa del propio animal y además de permitir la obtención del sello, les sirve de guía a las granjas para comprobar las cuestiones de manejo en las que tienen margen de mejora.

Los principios que se evalúan obtener la certificación de bienestar animal son los siguientes:

  • Buena alimentación

Se valora la condición corporal de los animales y la disponibilidad de agua, incluyendo metros lineales de bebederos, limpieza y flujo de agua.

  • Buen alojamiento

Incluye para su valoración los criterios de confort en la zona de descanso y facilidad de movimiento. Se comprueba el tiempo necesario para que la vaca se acueste, la limpieza del animal y la comodidad higrotérmica.

  • Buena salud

Incluye tres criterios: ausencia de lesiones, ausencia de enfermedades y ausencia de dolor inducido por el manejo.

Para ello se comprueba que no presentan cojeras, zonas sin piel, secreciones nasales o dificultades respiratorias y la ausencia de dolor provocado (el corte de colas está prohibido y se recomienda no hacer el descornado desde la perspectiva de bienestar animal).

  • Comportamiento adecuado

Este principio incluye criterios que permiten detectar si las vacas presentan o no un estado emocional positivo, tales como el comportamiento social entre ellos y la relación hombre-animal.

¿Por qué contar con una certificación de BIENESTAR ANIMAL?

En un mundo cada vez más global, la información que llega a los consumidores y usuarios no siempre es la más adecuada o no está correctamente gestionada. En todo lo relacionado con la alimentación humana, es fácil que muchas personas, incluidas periodistas y medios de comunicación, se consideren unos “expertos” en la materia y con capacidad para exponer sus opiniones sin que necesariamente las mismas estén fundamentadas y avaladas científicamente.

El protocolo de bienestar animal no sólo pretende dar respuesta a las necesidades del sector de la gran distribución y a los consumidores finales, aportando una herramienta de control y evaluación no únicamente del bienestar animal en las explotaciones, sino también de sanidad, profilaxis, bioseguridad, manejo y trazabilidad, de manera que se integre y refuerce la seguridad alimentaria.

Entre otras ventajas, este certificado garantiza el cuidado de los animales, la calidad de los productos y la profesionalización de las ganaderías, lo que repercute directamente en la calidad de vida de los ganaderos.

Por otra parte, expresa un compromiso  a largo plazo con las  buenas prácticas ganaderas en sintonía con los actuales valores de la sociedad, garantizando una auditoría exhaustiva en todas las fases de producción y la máxima información al consumidor.